Que esta franquicia de Arizona es una de las más legendarias de la NBA es algo que pocos fans dudan. Los partidos que se disfrutan con las entradas para Phoenix Suns son vibrantes, explosivos y, por supuesto, muy divertidos, una experiencia baloncestística capaz de atrapar a cualquier aficionado del mundo.
Phoenix Suns y la historia
Fundada en 1968 como parte de una ampliación de la liga, la franquicia Phoenix Suns nunca ha abandonado esta ciudad del estado de Arizona, por lo que su importancia y tradición en la zona es muy importante. Actualmente juegan sus partidos en el Talking Stick Resort Arena, un estadio que inauguraron en 1992 y que llenaron rápidamente con algunas de las mejores figuras de la NBA en ese momento. No obstante, los éxitos del conjunto de Phoenix no se hicieron esperar demasiado tras su fundación, y es que su primera final de la NBA y, por lo tanto, el primer título de conferencia ganado fueron logros de la temporada 1975-1976. Posteriormente, la década de los 80 sería un periodo de transición para los Suns, una franquicia que a partir de los años 90 vería como algunas leyendas del baloncesto sudaban su camiseta.
En 1992, cuando estrenaron su nuevo estadio, consiguieron el fichaje de Barkley y de otra serie de jugadores que hicieron que la franquicia de Phoenix empezase a ser tenida en cuenta por todos los especialistas y amantes del baloncesto. La cosa no fue para menos, ya que los Suns consiguieron en la misma temporada 1992-1993 meterse en la final de la NBA, un título que solamente pudieron arrebatarle los legendarios Bulls de Michael Jordan. Desde entonces, el equipo ha atravesado distintas épocas en las que siempre ha terminado siendo una referencia para los amantes del buen baloncesto.
Leyendas sobre la pista
Los aficionados de Phoenix Suns han tenido la suerte de ver a muchas estrellas con la camiseta de su equipo favorito. Una de las primeras leyendas fue el mítico Conni Hawkins, un talentoso jugador que defendió al equipo de Arizona en sus primeros años de vida llevándolo a algunos de sus mayores éxitos.
No obstante, la figura que todo el mundo recuerda de este equipo no es otra que Charles Barkley. Instalado en el Salón de la Fama del Baloncesto, este jugador consiguió en su primer año en Phoenix alzarse con el título de MVP de la temporada, algo que sirve de ejemplo para comprender su leyenda.
El mejor baloncesto del mundo se esconde tras las entradas para Phoenix Suns, y es que los partidos de este equipo son espectáculos que solamente consiguen igualar los de franquicias legendarias como Los Ángeles Lakers o Boston Celtics.
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